Ayer se cerró el capítulo mayor en la vida de Plinio Vicente Vásquez Vergara, que como dijera una de sus hermanas en la despedida en la misa en la Iglesia Catedral de Chillán, fue el hijo al que su madre llamaba “el hijo del alma noble”. Se abrió con su partida, y así se dejó sentir en todo momento en las horas de tristeza, dolor, gratitud y de esperanza que se vivieron cuando se conoció su deceso, una puerta muy amplia; aquella que será responsabilidad de sus colegas, de sus amigos, especialmente de sus alumnos, quienes tendrán la tarea no menor de validar su legado. Porque en todo momento, todos los oradores, y fueron varios, hablaron con agradecimiento, de la semilla que había sembrado Plinio Vásquez en cada uno de ellos. Semilla de amor por la música, entendiendo que esta es capaz de transformar a las personas para bien; la vida de ellas y también de la sociedad en su conjunto. Y amor a la vida, porque la vida simplemente es un don que se debe honrar y agradecer.
La misa en la Catedral se inició a las 11 horas, y la ofició el párroco de El Sagrario y rector de la Catedral, sacerdote Patricio Fuentes.
Hay que destacar la participación de los niños de las distintas orquestas (Chillán, Talca, San Carlos, Contulmo), en las que participó el profesor y músico; en las que puso su acento indeleble. Los niños y jóvenes tocaron realmente inspirados bajo la conducción de Carmen Gloria Mella, quien trabajó durante los ocho años que lleva el proyecto Orquesta Municipal Claudio Arrau de Chillán, junto al desaparecido director. Un proyecto, como se recordó en todo momento en la despedida ayer, que ha ido creciendo en el tiempo y dando magníficos frutos. Se recordó también, el amor y dedicación de Plinio Vásquez a este trabajo con los niños de las orquestas mencionadas. Dedicación que caminaba de la mano con la disciplina que debe alentar a todo músico. Se destacó su capacidad de entrega, que significó que prácticamente todos los niños de la orquesta hayan sido becados, concursando estos y calificando brillantes en cada beca a la que se postuló. Se habló de la tremenda alegría que le deparó que los cuatro cellistas que postularon a becas aprobaran en los primeros lugares. Así era el maestro.
La orquesta seguirá adelante, nos dijo la directora de la Escuela de Cultura Artística, Ema Bustamante Urrejola. “Estamos profundamente heridos y tristes, pero la orquesta debe continuar. Será un homenaje a Plinio que puso tanto amor y tanto talento en ella. Creo que será Carmen Gloria quien tomará su lugar; pero en este momento estamos demasiado tristes”, señaló.
En un comienzo, poco después que se supo la triste noticia del fallecimiento del músico, quien sufrió, se dijo una fuerte descompensación el fin de semana que se complicó más tarde, sus restos mortales serían traslados a Concepción para ser ahí sepultados. Sin embargo, hubo cambios, y para alegría de todos los que le conocieron y compartieron con él, se decidió dejarlo en Chillán.
En el camposanto se hizo presente el alcalde Sergio Zarzar, el jefe del Daem, Juan Sáez, entre otros. Viajaron para despedirlo, colegas, amigos, alumnos de diferentes lugares. Hubo numerosas intervenciones para decirle adiós: del Daem de San Carlos y del municipio en representación del alcalde, del Daem de Chillán, de la Escuela Diego Portales de San Carlos, cuya orquesta dirigía el músico. Ema Bustamante, directora de la Escuela de Cultura Artística Claudio Arrau, casa de Plinio Vásquez, apoderados de Contulmo, Carmen Gloria Mella, su colega en la Orquesta y amiga. Pedro Villagra, colega y amigo quien estuvo junto a él en sus últimos momentos. Se leyó el mensaje de la Fundación de Orquestas Infantiles de Chile. Todos coincidieron en la tristeza, en el dolor, pero hablaron de esperanza, teniendo su amor por la música y a la vida como ejemplo. Todos hablaron de gratitud por lo mucho recibido y aprendido de él.
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